Retroceso de humos, gases u olores, producido por un mal funcionamiento de los conductos verticales de evacuación o de los remates de las chimeneas. La solución más eficaz para evitarlo es hacer la salida lateral de los conductos independientes como son la ventilación primaria de bajantes de saneamiento y, sobre todo, las salidas forzadas como las de las campanas extractoras de las cocinas.