Gas radiactivo de origen natural, inodoro, incoloro e insípido, que tiende a concentrarse en los edificios en los que se introduce, procedente del subsuelo, a través de grietas en el terreno, holguras en los pasos de tuberías o huecos entre suelos y paredes. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la inhalación de este gas en ciertas dosis es la segunda mayor causa de cáncer de pulmón después del tabaco. Según el CSN (Consejo de Seguridad Nuclear) «se puede decir que todos los edificios contienen radón en concentraciones habitualmente bajas y que para una concentración media anual de 300 Bq/m3 (Bequerelios/metro cúbico), en edificios ya construidos, se deben tomar medidas”. El potencial de radón en una zona geográfica se mide por el percentil 90 (P90) que indica el nivel de radón que existe en el 90% de los edificios de esa zona.