Hormigón con el que se ha construido una solera contínua, como solución de pavimento, y sobre la que se ha realizado un tratamiento superficial, de terminación, consistente en la aplicación de moldes de goma, sobre el hormigón no endurecido y que dejan marcado un relieve, con adición de colorantes o no, que imita la forma de los pavimentos de adoquín o enlosados tradicionales.