En las poblaciones rurales o que no disponen de alcantarillado, se construye una fosa séptica para cada edificio o vivienda aislada, consistente en un recinto de fábrica de ladrillo enterrado bajo la rasante del terreno y lo más cercano posible, al que va a parar el colector de evacuación de aguas residuales. Requiere un mantenimiento y vaciado periódicos. Actualmente se prefabrican fosas sépticas de distintas características y otros sistemas, sustitutivos de ellas, más higiénicos y seguros.