Estudio del suelo sobre el que se va a construir un edificio o una urbanización, por medio del cual se identifican las características mecánicas, físicas y químicas de las capas que aparecen hasta cierta profundidad, con el fin de servir como información imprescindible al calculista de la cimentación. Consta de una fase de toma de muestras «in situ» (en el sitio), ensayos de laboratorio (físicos, químicos y mecánicos) y emisión de informes de resultados, conclusiones y recomendaciones.