Ahorro energético. Los sistemas de climatización (calefacción y aire acondicionado), iluminación, máquinas y electrodomésticos de los edificios y viviendas, son más eficientes cuanto mayor es su rendimiento energético, es decir, cuanto más se iguale la cantidad de energía consumida para su funcionamiento con la cantidad de energía transformada que se produce en forma de calor, iluminación, etc. La bomba de calor para climatización es un claro ejemplo de eficiencia energética, ya que es capaz de devolvernos hasta tres o cuatro veces el valor de la energía consumida.
IDAE. Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energia.