Las cuevas horadadas en el terreno han sido utilizadas por la humanidad desde el comienzo de los tiempos. Actualmente existen lugares como, por ejemplo, la provincia de Granada, Baleares o Canarias, en los que las «casas cueva» de origen natural o excavadas a partir de estas y ampliando el número de sus estancias, se han convertido en un activo inmobiliario curioso y comercialmente atractivo.