Cuevas que se construyeron en las zonas rurales con fines agrícolas, siendo usadas con frecuencia como bodegas en algunas provincias de Castilla – León, Madrid, Andalucía y que hoy día, al mermar ese tipo de actividad, han pasado a ser una modalidad de establecimientos públicos de hostelería o, incluso, a ser utilizadas a nivel particular para el esparcimiento y las relaciones personales de sus propietarios, constituyendo, en cualquier caso, un producto más objeto de transacción inmobiliaria.