Es la que figura en un contrato de compraventa o escritura pública de un inmueble para suspender su eficacia o validez en el caso de incumplimiento de obligaciones. Lo más habitual es que la condición resolutoria tenga que ver con la condición de que se cumpla con el pago del precio por parte del comprador, preservando el derecho del vendedor a mantener posesión y propiedad del inmueble.