Una autopromoción inmobiliaria es aquella promoción, de una o más viviendas, llevada a cabo por los propios usuarios finales, adjudicatarios o dueños de estas, en forma de persona física o jurídica (cooperativas, por ejemplo), prescindiendo de la figura del promotor convencional y contando con un equipo técnico para el desarrollo de los trabajos necesarios y con la finalidad, básicamente, de abaratar los costes de las viviendas.